En el Pueblo Mágico de Chiapa de Corzo, se preserva la tradición de la flor del niluyarilo. Esta celebración, profundamente arraigada en la identidad local, narra el nacimiento simbólico de un niño a partir de la flor del “niluyarilo”, una especie de bromelia que crece en las montañas de los Altos de Chiapas.
Durante las festividades decembrinas, esta flor adquiere un significado especial al adornar el nacimiento del Niño Dios, representando la protección divina y la conexión espiritual con la naturaleza. La tradición cobra vida a través de los “floreros”, hombres encargados de recolectar las flores y llevarlas en peregrinación desde sus comunidades.
El recorrido principal se realiza del 14 al 21 de diciembre, seguido por la velación el día 22 y el nacimiento el 23. Uno de los momentos más significativos es la “topada de la flor”, encuentro en el que los floreros de distintos municipios se reúnen para compartir esta experiencia ancestral, fortaleciendo los lazos comunitarios y espirituales.
Esta práctica es un testimonio de la riqueza cultural de Chiapas, un puente entre generaciones que honra el pasado y celebra el presente.