19 de Diciembre
Chiapas
Chiapas es un estado cuya autenticidad cultural se manifiesta de manera extraordinaria durante las celebraciones decembrinas, donde las comunidades mantienen vivas tradiciones que combinan símbolos prehispánicos, devoción religiosa y una identidad profundamente arraigada. A diferencia de otros destinos, en Chiapas las fiestas navideñas no se viven como ferias multitudinarias, sino como ceremonias íntimas, rituales de agradecimiento y expresiones religiosas que conservan usos y costumbres transmitidos por generaciones, como lo son las Sentadas de niño.
Entre estas tradiciones destaca el Belén Zoque en Tuxtla Gutiérrez, una manifestación ceremonial que se desarrolla del 8 de diciembre al 6 de enero y que simboliza el ciclo agrícola y la fertilidad de la tierra. El ritual comienza con la siembra, donde hombres y mujeres construyen una casita tradicional hecha con varas y hojas secas para colocar una canoa llena de tierra que representa el cerro Mactumatzá. Con semillas, flores y agua, se realiza un acto simbólico de bendición para augurar buenas cosechas, acompañado por música tradicional y la danza del namanama etzé. Posteriormente, el 22 de diciembre se instala la casita del Belén, elaborada con salzacate (especie de paja gruesa) atado con lazos pintados en amarillo, rojo, morado, verde y natural. Sobre la paja colocan una malla elaborada con ensartas de siempreviva morada, previamente hervidas. Y se asegura con varas de madera forradas con totomoste (joloche o doblador) pintados de igual manera, que nos recuerdan los colores de los rumbos prehispánicos y del maíz, además se lleva a cabo la danza de los Pastores, una representación única con cantos en español, latín y zoque. El 24 de diciembre se retira la siembra para realizar un ritual adivinatorio que, según el crecimiento de las milpas, permite pronosticar las condiciones de la próxima cosecha. Ese mismo día se arma el nacimiento con elementos tradicionales como pashte, velas floreadas y flores, integrando las milpas germinadas como decoración principal. Finalmente, el 6 de enero se desmonta el Belén en una ceremonia que incluye el baile del Torito y la entrega de los elementos ceremoniales como reliquia para la comunidad.
Otra expresión significativa de la época navideña es la tradición del Niño Florero de Chiapa de Corzo, una tradición en la que cientos de jóvenes participan en un recorrido de ocho días hacia los Altos de Chiapas para recolectar la flor Niluyarilú, utilizada para construir el nacimiento del Niño Dios en el templo de Santo Domingo de Guzmán. Desde el 14 de diciembre los peregrinos avanzan por rutas comunitarias, realizan rezos, velaciones y actividades rituales hasta regresar a Chiapa de Corzo, donde la flor es velada y posteriormente colocada en el altar, concluyendo así un compromiso comunitario que fortalece la identidad del pueblo.
En el municipio de Acala, también se lleva a cabo la tradición del Niño Florero, un recorrido que inicia el 15 de diciembre y finaliza el 25, cuando los Floreros viajan a pie hasta San Cristóbal de Las Casas para recolectar el Niluyarilú. Este peregrinar por montañas y valles, enfrentando el clima frío de la región, simboliza la devoción hacia el Niño Dios. Las flores recolectadas se transportan con mecapal hasta Acala, donde se utiliza para construir la casita del nacimiento, que antes de ser instalada es paseada por las calles como muestra de agradecimiento y unión comunitaria. Esta tradición refleja el profundo amor del pueblo por su historia y sus valores, manteniendo viva la tradición que ha trascendido generaciones.
Las celebraciones decembrinas en Chiapas invitan a los visitantes a descubrir un patrimonio vivo, donde la fe, la memoria colectiva y las costumbres se unen para ofrecer experiencias únicas que fortalecen la identidad cultural del estado.